Los seres vivos tenemos necesidades, las cuales deben de satisfacerse de algún modo. Sea alimentación, bebida, alojamiento entre otras cosas, la tarea de satisfacer una necesidad conlleva a que se exploten recursos naturales y, de manera inevitable, a generar desechos. Tales desechos pueden ser de dos tipos orgánicos e inorgánicos . La primera clase de ellos son relativamente muy sencillos de eliminar (dentro de las cantidades consideradas normales) ya que se trata de desperdicios de origen biológico, el cual tiene su vida útil dentro de un ciclo corto de tiempo y su descomposición es rápida. Mientras que los desechos inorgánicos suponen un gran riesgo para el medio ambiente ya que su duración van desde cientos hasta miles de años. Afortunadamente, existen medios de control para poder lidiar y tratar de una manera más adecuada con los desechos del tipo inorgánicos, lo cual facilita su eliminación o bien, alargar la vida útil del elemento laborado con material no orgáni...