Ciencia y Sustentabilidad
Si mencionamos el término “ciencia”,
podemos llegar a varios significados que si bien no son explícitamente
idénticos, sí llegan a un mismo concepto
entre ellos. Ese es claro, que hacemos un énfasis en desarrollar nuevos
conocimientos a través de ideas y planteamiento de situaciones conocidas como
problemáticas. Sabemos que la ciencia en general abarca muchísimas áreas de la
naturaleza, no por nada existe una variedad de disciplinas con un enfoque en
específico (física, biología, química, matemáticas) y si bien son autónomas en
sus problemáticas, la realidad es que no son totalmente independientes entre sí,
al menos para darle una finalidad práctica, es necesario que exista una
colaboración entre ellas.
Tomamos el significado de ciencia de Mario Bunge (2018) de su libro La ciencia: su método y filosofía [1]:
"Ese creciente cuerpo de ideas llamado “ciencia”, que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible"
¿Cómo influye la ciencia en la sustentabilidad?
Los conocimientos generados por la ciencia tienen diversos usos. Más allá de conocimientos empíricos y teóricos, la utilidad de ellos dependerá del uso que se les dé. Educación es el mejor provecho que se puede sacar de ella, ya que si se crea la capacidad de razonar sobre lo que nos rodea, entenderemos cómo están dadas las problemáticas del mundo actual y con la información obtenida en base a la ciencia es que podemos encontrar soluciones óptimas para los contratiempos que afrontamos, sean propios de la naturaleza o a causa de nuestra influencia sobre ella.
Diversas disciplinas aportan grandes conocimientos |
Ciencia y la tecnología
¿De qué nos sirve que las ramas
científicas trabajen en conjunto? En un principio se puede decir que para
generar nueva información en forma de conocimientos respecto a la naturaleza
que nos rodea. Ese es un carácter más teórico que a pesar de resolver problemas
planteados, muchas veces no son parte de aquellos que están presentes en
nuestro mundo real. Por ello, en muchos casos, el verdadero propósito de
utilizar a la ciencia es para darle alguna finalidad mucho más práctica:
desarrollar nuevas herramientas, técnica y dispositivos que nos faciliten la
vida diaria y la obtención de recursos para nuestro bienestar. En otras
palabras, usar a la ciencia para desarrollar nueva tecnología.
Definamos a la tecnología con el concepto de Aquiles Gay (2002) en su artículo La ciencia, la técnica y la tecnología :
"podemos definir tecnología diciendo que es el conjunto ordenado de conocimientos y los correspondientes procesos, que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios, teniendo en cuenta la técnica, la ciencia y los aspectos económicos, sociales y culturales involucrados"
Desarrollar nuevos utensilios con tecnología muy superior a los dispositivos predecesores a ellos tiene beneficios muy altos desde diferentes puntos de vista. Del aspecto económico podemos pensar que las empresas pueden aumentar su producción y extracción de bienes a un ritmo más acelerado y así satisfaciendo rápidamente las necesidades de los consumidores. En el carácter científico, las nuevas herramientas permiten a los involucrados en implementar nuevos métodos que ayudan a realizar experimentos más sofisticados y descubrir elementos del mundo que anteriormente eran accesibles dados los instrumentos empleados para ello.
Ahora aquí el punto importante: la ciencia ayuda a desarrollar nuevas tecnologías y ¿eso cómo se relaciona con ser sustentable? Poner en funcionamiento un sistema tan complejo, como lo es la sociedad humana, requiere de materiales, recursos y bienes que necesariamente se obtienen de la naturaleza. Para moverse en transporte público, este necesita de combustible para funcionar, para tener nuestros hogares bien iluminados por las noches requerimos de luz artificial por medio de focos, los cuales son alimentados con electricidad generadas en una central eléctrica. Todos estos casos dejan algún impacto al medio ambiente. Si bien no podemos frenar dicho impacto, sí que es posible reducirlo a través del uso de fuentes energéticas más limpias por ejemplo. No podemos dejar de usar electricidad en el mundo actual, pero sí podemos cambiar el modo en la cual la obtenemos a uno mucho más ecológico. Es aquí donde la ciencia tiene un papel fundamental: desarrollar diversas formas de satisfacer nuestras necesidades reduciendo el daño ambiental.
Aunque las diversas disciplinas de la ciencia parecen distintas a simple vista, todas pueden emplear soluciones para solución de problemas ambientales. Desde nuevos materiales para reemplazar elementos más dañinos, fuentes de energía alternativas, modelos económicos óptimos que aprovechen los recursos sin excederse en su uso hasta incluso generar conciencia mediante los medios de comunicación, todos ellos tienen en común fomentar el cuidado de la naturaleza siendo de diferentes fuentes (económica, social, científica, etc.) y aun así por un bien en común.
Es razonable pensar que la ciencia no siempre se utiliza como un bien[4], cuando verdaderamente se propone una meta con un fin beneficioso, se pueden lograr grandes cambios incluso en modo de influencia positiva a las personas. Hoy en día se vive un gran problema ambiental, la mayoría están conscientes de ello, pero, no implica que no se pueda hacer algo para frenar el daño a nuestro planeta. Como científico tengo la tarea de generar conocimientos nuevos eso está claro, ¿pero de qué servirá saber cómo habitar otro sitio universo si no somos responsables siquiera con nuestro propio planeta? A manera de comentario personal considero esto un poco irónico el no apreciar precisamente el gran tesoro natural que es nuestro planeta Tierra, así que como ciencia no es cuestión de difundir conocimientos propios de alguna rama de la misma, si no también ayudar al desarrollo, ya sea a manera de ideas o de técnicas, de planes para preservar el medio ambiente.
Conclusiones
Referencias
[2] Henry, J. Glynn & Heinke, Gary W.. (1999). Ingeniería ambiental. México: PRETINCE HALL.
[3] Gay, A. (2002). La ciencia, la técnica y la tecnología. Tecno Red Educativa, INET, Serie Educación Tecnológica, 1, 77-91.
[4] Pérez Ríos, Rafael. (2001). Tecnología, Teoría Económica y Desarrollo Sustentable. Hermosillo Sonora, México: Editorial Unison.
Comentarios
Publicar un comentario